Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, el 19 de octubre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.
Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase temprana cuando todavía no presenta síntomas, es decir, la lesión no es palpable. De este modo, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.
Este examen forma parte de las prácticas de salud de rutina y se realiza en la visita al médico de cabecera o ginecólogo. Consiste en que el médico inspeccione las mamas y pezones y revise debajo de los brazos para ver si hay anomalías.
El autoexamen es una técnica muy difundida para la detección del cáncer de mama y consiste en que la mujer se revise las mamas buscando alguna anomalía (nódulos, durezas, cambios en la piel).
A primera vista, el autoexamen puede parecer un método simple y al alcance de cualquier mujer. Sin embargo, el autoexamen no es capaz de detectar nódulos tan pequeños como los que encuentra la mamografía o el examen de un profesional entrenado.
Esto no significa que las mujeres no deban prestar atención a sus mamas. Es importante que conozcan cuál es la fisonomía de sus mamas de manera tal de estar atentas a cualquier cambio que pudiera requerir la atención médica.
Si bien el cáncer de mama es una enfermedad difícil de prevenir, es posible tomar medidas que disminuyan los factores de riesgo y la probabilidad de aparición de la enfermedad.
La adherencia a pautas de estilo de vida saludable puede cambiar mucho el espectro de enfermedades no sólo oncológicas sino también cardiovasculares.
Realizá las pruebas de detección del cáncer de mama regularmente.
El ejercicio físico aeróbico (por ejemplo, caminar durante 50 minutos al menos 3 veces por semana) puede operar en la reducción de riesgo de este tipo de cáncer, especialmente en la postmenopausia.
También se aconseja: no fumar, llevar una dieta baja en contenido graso y con alto consumo de frutas y vegetales, moderar la ingesta de alcohol, y mantener un peso dentro de los límites normales.
No existe relación alguna entre la ropa interior y el riesgo de desarrollar la enfermedad.
El tamaño de las mamas no tiene relación con la probabilidad de tener cáncer.
No hay una evidencia científica que demuestre que los anticonceptivos orales producen cáncer de mama en las mujeres que no tienen antecedentes familiares ni personales de cáncer.
La predisposición hereditaria es un factor que aumenta el riesgo de tener cáncer de mama. Sin embargo, más del 80% de las mujeres afectadas por cáncer de mama no tiene antecedentes familiares. Por eso, es importante realizar los controles periódicos de salud.
Algunas personas piensan que a través de una biopsia el cáncer puede diseminarse. Por el contrario, estas prácticas se realizan con métodos muy seguros, ya que se extreman las precauciones para evitar que las células cancerosas se extiendan a tejidos sanos.
Los antitranspirantes no provocan problemas de salud (a excepción de reacciones alérgicas de la piel en las personas muy sensibles); por lo tanto, su utilización es segura y no representa ningún riesgo.